No siempre he estado consiente de la energía. El mundo más allá de la materia, de los números y de lo obvio solía escaparme. Crecí en Bulgaria durante el comunismo y me acuerdo que mi abuela encendía velas y se persignaba a veces. Muchos años después me di cuenta de que abuela había estado rezando. Y también había puesto en riesgo su propia vida y la de su familia porque los actos espirituales fueron perseguidos y penalizados gravemente por el Partido Comunista. Pues, no es sorprendente que durante mi infancia yo permaneciera completamente ignorante en cuanto al mundo espiritual. Mis padres me animaron a desarrollar mis dones en matemáticas. Así fui a estudiar informática en una escuela secundaria especializada. Luego elegí una carrera académica en lingüística generativa, lo que me llevó a los mejores departamentos de lingüística generativa del mundo, incluido el de la universidad de Tromsoe en Noruega y el del Instituto Tecnológico de Massachusetts en USA. Los grandes logros y la ambición me impulsaban y las cosas me iban excepcionalmente bien durante un tiempo. Hasta que dejaron de hacerlo.

Como suele decirse, la verdad os hará libres… pero primero os hará miserables. Naturalmente, yo tuve que enfrentarme a la verdad para liberarme (del falso yo, de las falsas ambiciones, de las falsas creencias y de la comprensión incompleta de las layes del universo). Por desgracia, mi propio camino hacia la libertad pasó por un intenso sufrimiento (lo cual no debe sorprender ya que la mayoría de nosotros despierta gracias al dolor).

Todavía a los 20 años fui paralizada por la artritis. Por supuesto estar atada a una silla de ruedas no fue nada divertido. Aun así, ese resultó un punto crucial por el que siempre estaré agradecida porque me hizo hacer todo tipo de preguntas y buscar lo que está más allá de lo obvio, más allá de la materia y más allá del cuerpo físico. Comencé a buscar respuestas que finalmente me llevaron a la verdad, a saber que la energía y el campo invisible preceden y dan lugar a la materia y al mundo físico, y que la sanación del cuerpo físico comienza con la sanación de los cuerpos mental y emocional. La mente y la materia siempre han estado y siempre estarán conectadas. Esa comprensión fue la verdad que me liberó y me levantó de la silla de ruedas, no simplemente dándome la habilidad de caminar de nuevo. ¡También pude ganar varios concursos de baile luego!

Mi propio viaje de curación comenzó con procedimientos médicos complicados y una dosis "saludable" de una variedad de medicamentos (en gran parte inútiles). En un momento dado, la desesperación me hizo dar un giro brusco y ponerme en el camino hacia el Ayurveda, el Reiki, la meditación y el trabajo de desarrollo personal. Inevitablemente, conocí el trabajo del Dr. Bruce Lipton, el Dr. Joe Dispenza, el Dr. Depak Chopra y el Dr. John Demartini, por nombrar algunos. El Dr. John Veltheim y el sistema BodyTalk fueron la guinda del pastel. Una vez que experimenté el potencial curativo del BodyTalk, nunca pude volver a mi antigua vida y a mi antiguo yo. No tuve más remedio que estudiar para poder practicar como terapeuta de BodyTalk y ayudar a otros a curarse a sí mismos.

Ahora, como terapeuta de BodyTalk Avanzada y miembro de la Asociación International de BodyTalk , estoy muy feliz de poder ayudar a aliviar el sufrimiento de los demás. Sí, el dolor puede ser inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Y si el sistema BodyTalk puede hacer una cosa de manera efectiva, es precisamente eso - puede eliminar el sufrimiento. He visto que eso sucede una y otra vez en mis 15+ años de experiencia como terapeuta. Y nunca me cansaré de ver otro caso más de un alma perdida que encuentre su camino y regrese a casa.

Mi consulta original de BodyTalk se basaba en una clínica en Auckland (Nueva Zelanda). Después de 10 años me mudé a Europa y ahora hago sesiones de BodyTalk a distancia para clientes de todo el mundo, ya sea a través de una videollamada o haciendo la típica sanación a distancia. Hablo búlgaro, inglés, noruego y español, y espero trabajar con usted para ayudarle a encontrar el camino de regreso a la verdadera salud y felicidad.