¿Hay ciertas personas en tu vida que te frustran mucho con su manera de comportarse? ¿Quisieras a menudo que la gente cambiara? ¿Y qué pasaría si te dijera que no se trata de ser terco sino de estar enfermo? A continuación explico a qué me refiero.
Vyara
¿Cuál es la diferencia entre un ciego y un vidente?
Si un ciego está cruzando la calle lentamente, ¿sueles frustrarte o muestras paciencia? Apuesto que sea más probable que muestres paciencia.
Ahora, si tu hijo tarda mucho en prepararse para la escuela por la mañana, ¿te frustras o tienes paciencia? En este caso apuesto por la frustración.
Volvamos al ciego. ¿Crees que no ve a propósito? ¡Claro que no! Pues, lo mismo se aplica a tu hijo – el niño tampoco es lento a propósito. Eso se debe a su carácter y el carácter es como una enfermedad. De hecho, no sería incorrecto llamar esa enfermedad la ceguera.
Es cierto que todos somos algo ciegos en cuanto las peculiaridades de nuestro carácter. (¿Acaso te has dado cuenta de lo frústrate que es tu manera de apurarte todo el rato y estresarte y también estresar a los demás?) En mi opinión, la forma de ceguera más prevalente y la enfermedad de carácter mas común es el síndrome de orgullo y prejuicio. Pero ya ves, no hace falta frustrarte con otra gente “enferma”. Esa gente está ciega a su enfermedad exactamente como tú no ves la tuya. Por lo tanto, hay que mostrar compasión en vez de frustración. Y también cada uno necesita enfocarse en la curación de su enfermedad propia porque la felicidad viene de dentro.
